miércoles, 18 de noviembre de 2009

Pico Urbión

Esta ruta la realizamos el 18 de julio de 2.009. Dado que he empezado recientemente con el blog, no podía dejar de hablar de uno de esos días ciclistas que se quedan marcados para siempre.
Nunca hasta entonces había realizado una marcha con tanto kilómetraje sobre una MTB, ni había hecho tantos kilómetros seguidos de ascensión.
Además no conocía a mis acompañantes de aventura, por lo que la duda de lo que me iba a encontrar me hizo estar nervioso desde que salí por la puerta de casa, hasta llegar a Vinuesa, pueblo Soriano donde comienza esta historia a 1.107 m de altitud para llegar al pico de Urbión a 2.228 m.
Los aproximadamente 60 km de esta ruta, tienen unos 1.300 metros de desnivel acumulado, la gran mayoría por buena pista, excepto los últimos kilómetros de ascensión, que esta lleno de piedras dificultando la progresión.


La ruta fue organizada por el Club ciclista La Morcuera, con los que había quedado vía mail.
Una vez hechas las presentaciones y preparadas las "maquinas" comenzamos a rodar por carretera dirección de Molinos de Duero para desde allí coger el desvío a la derecha a Salduero.
Antes de llegar a este, sale una pista a nuestra derecha y empieza la subida.
Estamos en el km. 3 y no pararemos de ascender hasta el 25, es decir 22 kilómetros para arriba... ¿como iba a llegar?


La ascensión transcurre por un pinar.


Yo que soy mas de subir que de bajar, tiro para arriba a buen ritmo con otros dos compañeros de viaje, no sin alguna duda debido al desconocimiento de tan larga subida.


Llegamos a un pequeño descansillo, donde reagrupamos y hacemos la fotito de grupo.


Seguimos subiendo fuerte. Hay metros que te dan un pequeño respiro sin dejar de subir, para volver a empinarse mas y así llegamos a un cruce donde un cartel nos señala el camino a seguir.
Volvemos a reagrupar para afrontar la ultima parte mas dura.


Al principio sigue la pista en buen estado, incluso como se puede ver en la foto un falso llano...


Pero es un espejismo..... las ultimas rampas están por llegar.... y la vegetación desaparece....
En este punto de subida, la mochila me estaba reventando los riñones y los músculos de las piernas empezaban a dar malos síntomas.
Hay que ver bien por donde metes la rueda, el terreno esta como para descuidarse.
Se me hizo durisimo... la preparación no era la que tengo ahora ;-)



Y aun nos quedaba un ultimo rampón, para luego descender unos metros y llegar a nuestro destino.
En la foto se puede apreciar al fondo a la derecha "el pico" como es conocido por los sorianos.


En esta leve bajada.... vi la luz! y el pico de Urbión.


Una vez estamos todos y reponemos fuerzas, decidimos no subir a lo alto del pico, pues esta parte hay que hacerla andando y se nos haría tarde para comer.
Subimos la pequeña bajada que hicimos anteriormente.. donde vi la luz.. y descendemos por un senderito a la izquierda que nos lleva a la laguna helada.... que al menos en esta época del año no lo esta.



En la parte mas empinada es mejor poner pie a tierra, que los dientes son caros de reparar.


Aparecemos en una llanura donde conviven las vacas y los caballos sin hacernos mucho caso.
El paisaje es espectacular.



Y llegamos al mirador de la laguna negra, desde donde podemos contemplarla desde lo alto.... una maravilla.



Muchas son las leyendas que rodean a esta laguna de origen glacial a 1.740 metros de altitud.
Según cuentan, la laguna Negra no tiene fondo. Llegan a decir que se comunica con el mar mediante cuevas y corrientes subterráneas. También dicen que hay un ser que vive en su fondo y que devora todo lo que cae en ella. La leyenda más extendida, en la que hace hincapié de la ausencia de fondo es la que escribió Machado en 1912, los hijos de Alvargónzalez.
Yo me quedo con su belleza.


Después de recrear la vista con tan fascinantes imagenes, no queda mas que bajar y bajar, en el desvío que nos señalaba a la laguna helada, mirador laguna negra y Urbión, tiramos por la izquierda, para no bajar por el mismo sitio por donde subimos.
Llegamos al cruce de la carretera que sube a la laguna negra y seguimos descendiendo unos metros para coger una nueva pista que sale a la derecha.
Aquí alguien no nos dijo la verdad... seria el GPS??... ;-) lo cierto es que todo bajada no iba a ser, los últimos kilómetros se convierten en un rompe piernas después de lo que ya llevábamos encima.

Llegamos "jodidos" pero contentos.... contentisimos!!
Es de esas rutas que hay que hacer al menos una vez en la vida. Yo espero poder hacerla en varias ocasiones.
Gracias a los compañeros del Club ciclista La Morcuera por su acogimiento, con los que desde entonces he tenido el gusto de volver a rodar siempre que puedo.

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